Meditando en el Norte
Antes de entrar en la sala, cada amanecer ya nos lleva a un estado contemplativo al despertar y ver cómo se despliegan todos los matices de la naturaleza ante nuestra mirada, el entorno que nos rodea es especialmente mágico para este propósito.
Durante nuestras vacaciones vamos a dedicar un tiempo para redescubrirnos, recrearnos, para disfrutar de una vida íntegra y sana que nos procure Bien-Estar en compañía de amigos y en un ambiente descansado y distendido.
Usaremos la meditación, así como otras disciplinas y ejercicios en grupo para que nos ayuden a entender y comprender cómo, para qué y por qué nuestro propio estado de ánimo, que es producido por las impresiones de nuestros sentidos, ideas, recuerdos y creencias habidas en nuestra mente subconsciente y expresadas a través de actos y actitudes, producen nuestro BienEstar o Malestar.
Estos actos y actitudes pueden hacer de mí una persona frustrada, dolida, enferma o, por el contrario, una persona libre, feliz y sana. Esta persona soy yo cuando entiendo y aplico eficazmente el poder del autoconocimiento, utilizando mejor la energía de mis emociones y la sabiduría de mi intuición para conectarme a un nivel fundamental conmigo misma y con los que me rodean..
Se trata de conocer cómo actúa nuestra mente, cómo trabajan en nosotros nuestras creencias y pensamientos para que ante un acontecimiento interno o externo, las consecuencias producidas tengan una respuesta más armoniosa y sabia.
Cada día perseveraremos en esta práctica para que poco a poco podamos establecernos en esa anhelada ecuanimidad y paz mental que nos permite empoderarnos y fluir de manera más sencilla con todo lo que nos rodea.