Es mi segunda vez que paso una semana en la Lechuga Colorá y espero seguir yendo con la casualidad de encontrar me en el viaje a mi Idoia inesperadamente.
Han sido días llenos de emociones compartidas, con unas personas diversas llenas de entrega y amor, que al igual que tú desean ofrecer lo mejor en un lugar increíble llamada la casa de la Ventuca, llevada por dos duendecillas llamadas María y Ana, cuya profesionalidad y calidad humana hacen de esta experiencia algo difícil de olvidar.
En la Lechuga Colorå, he jugado, he abrazado, he bailado, he cantado, he paseado, he reído, he llorado… He VIVIDO. Eskerrik asko bihotz-bihotzez!!!

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.